«Quien escribe poesía nunca la deja»: Margarita Ríos Farjat

Por Guillermo Jaramillo Torres

El ejercicio de la poesía puede ser un vicio o una virtud, depende el cristal con que se mire. Es así como para la poeta Margarita Ríos Farjat definir el ejercicio poético como un vicio o una virtud no le quita el sueño, pues a 15 años de haber publicado su primer y único libro de poesía, Si las horas llegaran para quedarse editado por Oficio presentó ayer Cómo usar los ojos, más de 70 poemas añejados y recién paridos.

Margarita Ríos Farjat

Margarita Ríos Farjat

El libro es una coedición de Conarte con Bonobos Editores. El volver a tener un libro impreso de su autoría entre sus manos, trae a Ríos Farjat recuerdos de una batalla, la que tuvo que librar con la impaciencia, la insistencia de sus amistades literarias para que volviera a publicar, la crisis que tal vez llega a todo ser en su etapa transitoria entre la juventud y la adultez.

Margarita señaló que en los primeros 10 años después de su publicación, sus amistades le insistían para que realizara otro poemario. Sin embargo, la ansiedad no la venció y para tranquilizarse decía “sí” a las innumerables invitaciones a lectura de obra que le lllegaban.

“Aceptaba algunas (invitaciones) pero yo misma rechazaba otras porque quería primero concentrarme en lo que quería presentar como libro conjunto. Sin embargo, en todos estos años me recopilan en más de 12 antologías y en revistas, así que no he estado tan alejada”, apuntó.

En 2004, luego de una presentación de Felipe Montes, éste le comentó a Ríos Farjat estar sorprendido de que la siguieran invitando a eventos literarios cuando su libro había sido publicado en 1995.

Abogada de profesión, recuerda aquella época de su vida en que salió el primer libro cuando tenía novio, estudiaba derecho. Entre ambas obras, el tiempo ya vino a darle otro color a las mismas cosas, pues ahora está casada, con hijos y se ha desempeñado por lo menos en tres despachos jurídicos, uno de ellos con renombre internacional.

“El libro se fue quedando, no por decidía, además había una cosa que había muchos cambios en mi vida y maduraban muchas cosas. Me tomó como seis meses sentarme todas las mañanas a trabajar sobre el libro. Me daba cuenta de los diferentes registros de voz”.

Fue ese momento cuando se impuso una meta, que todos los poemas tenían que pasar por la época actual, y su manera de ver las cosas. Fue cuando leyó que algunos poemas estaban completamente alejados de su visión actual, algunos tuvieron que ser vueltos a reescribir y otros se quedaron sin modificación.

“Muchos(poemas) se añejaron como vino, y aparecieron muchos nuevos. Hay cierta unión entre varios poemas, lo veo como una obra unida”, indicó Ríos Farjat.

En esta obra aparecen el esposo, el embarazo, el alumbramiento, amigos, viajes, el pasado, la hermana, las abuelas, muchas presencias que el tiempo otorga.

“Qué es la madurez. A qué poemario respondía una época en mi vida. Si ahora pretendiera publicar y corregir los poemas que escribí en aquella época los corrompo. Se ve un progreso, un movimiento, pero al mismo tiempo hay cierta unidad.  Creo que quien escribe poesía nunca la deja”.

Cabe destacar que Ríos Farjat también gusta del ensayo jurídico, en donde obtuvo un premio nacional en 2000 convocado por la UNAM. En buena hora, bienvenida de nuevo porque las horas sí llegaron para quedarse.

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