Crisis en la literatura: ese modo que colma

/// Guillermo Jaramillo

Se dice que el planeta pasa por una época de crisis general, y para el escritor Daniel Sada la literatura no está exenta de este periodo oscuro de la humanidad, pues los lectores de hoy en día sienten la necesidad imperiosa de informarse más que imaginar, por ende el género de ficción lucha por su vida.

Por supuesto que Sada no apareció en la ciudad por obra de magia, sino que participará en la presentación de su último libro “Ese modo que colma”, 183 páginas contendiendo cuentos bajo una coedición entre Anagrama y la Universidad Autónoma de Nuevo León. Curioso es que desde hace 15 años ya que Daniel Sada no tocaba el género del cuento, al cual consideró mucho más íntimo que la novela, género en el cual se había “estancado” por así decirlo.

Foto:Guillermo Jaramillo

Foto: Guillermo Jaramillo

Información contra imaginación

“Ahora el escritor se atiene mucho a la información que recaba y con eso construyen historias. No es que esté mal, sino que hay una especie de pugna entre estas dos vertientes que son la información y la imaginación”, apuntó el nacido en Mexicali.

Sada seguró que hoy en día los escritores han dejado de descubrir al mundo. Y esta pérdida de asombro ha llevado a la gente a la necesidad de informarse más que de imaginar.

“Es una realidad que la mayoría de la gente, incluida la mayoría de los lectores, esté muy identificado con el lenguaje de la televisión. Puedo asegurar que todos hablamos como en la televisión. Recuerdo que hacer muchos años había lenguajes en los pueblos que han ido desapareciendo.

Siento que se ha perdido la imaginación porque ya no hay tanta capacidad de asombro. Ahora muy poco nos asombra, lo identifico como una incapacidad de asombrarse”, señaló.

Una lengua contaminada es una lengua viva

Los niños tienen dificultades para identificar la diferencia entre la palabra “hábito” y “abito”, sin embargo tienen una gran familiaridad con “narcofosa”, “sicario” o “bloqueo”. Esto aunado a la “relajación” que presentó en su último diccionario la RAE presenta un panorama muy laxo de la lengua española, sin embargo para Sada el hecho otorga vitalidad a la lengua misma.

“Mientras la lengua, en este caso el español, esté contaminada, está viva. El lenguaje entre más contaminado esté, más modismo tenga y localismos significa que está vivo y no ha muerto. Cualquier intento de ponerle demasiadas reglas va a matarlo, y nadie se las va a aprender”, sentenció.

La novela propicia la crítica, pero es un momento difícil para la literatura a nivel mundial debido a la crisis de capacidad de asombro.

“No existe esa frescura en los temas, la gente no se sorprende con facilidad. Pienso que puede haber una gran novela, pero hay tanta oferta de lectura actual que se va a diluir. Creo que puede haber una fragmentación de la novela”.

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