La vigencia del poderío digital

//Héctor Camero Treviño

El fin de semana, el PRI, PAN y PRD dejaron patente que la sociedad como motor de civilización y democracia aún está dormido, y si no tenemos nada de suerte, totalmente muerto.

Renegados negroamarelos: en pos de un sueño inalcanzable

Renegados negroamarelos: en pos de un sueño inalcanzable

Fueron tres las prácticas que evidenciaron el concepto que los tres partidos nacionales tienen de ciudadanía, y en la mayoría de los casos, quienes salen peor libradas, son precisamente ellas, al quedar en evidencia que no son tomadas en cuenta para las decisiones importantes.

Los pasos de Larry

Para los norestenses, particularmente nuevoleoneses, debe ser significativo el ejercicio llevado a cabo por el alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, quien preparó una consulta pública referente a la realización de una obra en la agitadísima avenida Paseo de Los Leones.

De entrada se le dice a la gente que hay dos opciones: paso deprimido o segundo piso. La gente se queja puesto que no hay una tercera y legítima opción, que es la de NO OBRA; a pesar de ello, la consulta sigue, y el pasado domingo votan los dueños de los negocios aledaños, así como los vecinos que habitan justo enfrente del lugar destinado a las obras, y resulta que por noción de tres votos a uno, gana el paso deprimido.

Hay quienes quieren ver tal resultado como una derrota para el edil, puesto que éste y los grandes empresarios habrían querido emular la fórmula obradoriana de las enredaderas vehiculares en el cielo a fin de echarse más lana en el bolsillo. Sin embargo, bajo otra óptica, el edil puede congratularse de ganar por partida doble, pues en las mayorías queda la idea de que el edil se comportó democráticamente permitiendo que la opción que “no era de su agrado” fuera la elegida, lo cual hablaría de una madurez pocas veces vista en el político contemporáneo.

Pero, ¿Y si el mero hecho de llevar a cabo la obra es suficiente para el arquitecto y sus allegados? Tal vez no había plan para un segundo piso, pero ante todos, la voz del pueblo, el honor del alcalde y la billetera de un arquitecto ya ganaron.

La decisión indecisa

Ante la tentación de recurrir a la ciudadanía o en especial a un ciudadano de amplio reconocimiento en la opinión pública, los perredistas y panistas efectuaron una consulta pública en el Estado de México con miras a la sucesión estatal que se llevará a cabo en julio de este año.

Un consejo consultivo ciudadano encabezado por el editorialista Sergio Aguayo comandó las votaciones y en términos estrictamente electorales, éstas fueron un éxito. Apenas hubo 20 incidentes en las casillas del Edomex y de ahí se emanó que entre un campo de cerca de 400 mil votantes, 300 mil votaron por el sí a la alianza electoral entre PAN y PRD, mientras sólo una minoría insignificante se opuso a esta coalición.

 “Qué bien, tenemos un proyecto para combatir al priismo en unos meses, ya que la fuerza de la opinión pública nos legitimiza para unirnos sin sentir remordimientos y síntomas traumáticos post-2006”, es lo que dijeron los directivos mexiquenses de ambos frentes.

 Sólo faltó saber una cosa: ¿Quién va a ser el candidato?

Y todo mundo dejó atrás el ensueño producto del idealismo y regresó a la realidad: el primer exponente del perredismo y muy popular entre los “soles” mexiquenses, Alejandro Encinas, rechazó encabezar la coalición recién formada. Luis Felipe Bravo Mena, panista, se apuntó de inmediato para encabezar esta frankensteiniana propuesta, casi repitiendo la terna combativa de 1993, cuando el propio Encinas, Bravo y Emilio Chuayfett por el PRI compitieron por el mismo cargo en esta entidad.

El ala obradorista va a renunciar a la candidatura si se montan en su macho, y sea lo que sea que compita en julio va a perder contra la aplanadora priista. Otra vez: el ciudadano limitado en su raciocinio y capacidad a la dualidad sí-no, como si no pudiera promover a un líder popular, como si no pudiera sugerirse a sí mismo para dirigir una entidad, como si no tuviera más capacidad que cualquiera de los dos candidateados.

La opinión de la gente en tanto sirva a los propósitos. Aunque pudiera servir aun más dándole cabida a su sentir.

Dura digitus, sera digitus

La cantidad de politólogos, de estudios democráticos, los Cosío Villegas y demás artículos necesarios para mejorar como sociedad son geniales siempre y cuando no se lleven a la praxis.

Bueno, como eso es imposible, los estudios siempre se topan con una realidad más atroz de los esperado, y los términos de democracia representacional, democracia directa, son aplastados por la huella de un animal enorme que se creía muerto hace miles de años.

“Alfredo, lo que es mío es tuyo”: apotegma mexiquense que nunca falla

“Alfredo, lo que es mío es tuyo”: apotegma mexiquense que nunca falla

El PRI mexiquense no hizo consulta, no sondeó entre los lectores de periódicos (aunque seguro entre ellos hay pocos tricolores), no contempló candidaturas ciudadanas. Es más, no tuvo proceso interno, promoción particular de candidatos, reuniones, mítines. Simplemente, dos días después de que todas las quinielas ponen a Alfredo del Mazo Maza, alcalde de Huixquilucan, como El Elegido, Peña Nieto sorprende a todos colocando al alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila, como el depositario de los deseos óseos mexiquenses.

¿Alguien reprendió al PRI por no tomar en cuenta al ciudadano? ¿Alguien lamentó el uso del dedazo como instrumento de elección? ¿Alguien en todo el país tiene la certeza de que el tricolor va a perder su principal bastión en el país bajo la circunstancia actual?

Con el PAN local, la ciudadanía es una legitimadora de decisiones previamente tomadas, poseedora ingenua de un protagonismo que no es tal; entre la oposición mexiquense, la ciudadanía es incompleta como formuladora de alternativas, mero instrumento para que disidentes y amargados voten por un partido diferente al que gobierna sin elegir qué poner en su lugar; en el tricolor de ese mismo estado, la ciudadanía no existe, y ese es el estado conveniente de las cosas para ellos poder subsistir.

Platón, seguramente antagónico a la democracia, solicitaba en su tiempo que los gobiernos estuvieran en manos de los filósofos al ser quienes comprendían mejor las necesidades de la sociedad y el ser humano en su forma integral.

No sé si Eruviel sea filósofo, pero de que los tricolores son sofistas del “filo”, no tengo duda alguna.

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