Comió, cobró y se fue

//Guillermo Jaramillo Torres

La esperanza muere al último, reza el dicho bajo el que se encomiendan los jóvenes universitarios de las principales instituciones educativas en el Estado, pues en su visita relámpago a la ciudad, el Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, no hizo un espacio para autografiar libros o tomarse la foto.

Tampoco tuvo un diálogo con la prensa local, pues terminada su charla con estudiantes universitarios ayer por la tarde en el Teatro de la Ciudad, el peruano español se “dio a la fuga”, como si temiera por su vida. A oscuras y por la puerta de atrás, así fue el abandono de Vargas Llosa la noche del 9 de marzo de 2011. Sin embargo, esta mañana visitará la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria alrededor de las 10:00 horas para develar la tradicional placa conmemorativa del Premio Internacional Alfonso Reyes 2010 y posteriormente a las 11:30 asistir a la ceremonia del mismo premio en el Patio de Honor en el interior del Palacio de Gobierno. Son dos horas y media con las que cuentan los jóvenes y el ciudadano regiomontano para acercarse al escritor. La esperanza muere al último.

Alrededor de las 17:00 horas, el lobby del Teatro de la Ciudad lucía impaciente, pues un mar de personas entraba y salía, esperaba, alzaba el rostro buscando a sus compañeros. Se habían repartido boletos a los estudiantes desde sus diversas universidades participantes, además de 400 boletos para el público. De esta manera tenemos que el Teatro de la Ciudad lucía al lleno. Sin embargo, el peruano nacionalizado español no aceptó entrevistas con la prensa local ni fotos o autógrafos con sus seguidores.

Entonces, ¿a qué vino Mario Vargas Llosa a Monterrey? Parece que se ciñó al mandato que hiciera Vicente Fox en 2002 durante la Cumbre de las Américas, curiosamente también en Monterrey. Recordamos aquel “comes y te vas” emitido por Fox al mandatario cubano Fidel Castro. Mario Vargas Llosa vino, comió, durmió, cobró 600 mil pesos y se fue, porque, decir que fue diálogo lo efectuado el día de ayer en el Teatro de la Ciudad sería una exageración.

La cita fue a las 18:00 horas con duración de una hora apenas para que el escritor diera un discurso repetido, pues el tema de “buscar la vocación para ser feliz” lo había tratado en su visita a la Universidad Autónoma Metropolitana. Contestó cuatro preguntas, una de cada institución, UANL, ITESM, UdeM y UR. Las respuestas las hemos escuchado en varios intelectuales que visitan la ciudad: la literatura es buena, fomenta la crítica social, la crítica literaria está desapareciendo y dando paso a mala literatura sin autenticidad, América Latina aun no sabe si vive en la realidad o la ficción, el libro impreso nunca desaparecerá y que cada escritor sabrá qué escribir siempre y cuando sea auténtico. Nada nuevo bajo el sol.

Un Comentario

  1. CRONOPIO

    jajajaja! muy buena!!!!!!

    felicidades

  2. Luz

    Seguro a algunos se les mojaron los chones. Bien por todos esos ganones.

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