El arte no es una diversión: Gerardo Cantú

//Guillermo Jaramillo Torres

La pintura es magia cuando se busca en ella algo y de pronto aparecen otros aspectos ajenos a la búsqueda, que vienen a complementar un todo creando un cuerpo etéreo que jamás será olvidado tras esos muros invisibles. Es así como la pintura de Gerardo Cantú, como ya se ha dicho por expertos, se inscribe en esta rama de los visible invisible, donde se oculta más de lo que muestra. Y el artista nacido en Nueva Rosita, Coahuila.  oculta más de lo que muestra tras esas gafas sobre un rostro barbado y cano a sus 77 años.

Foto: Guillermo Jaramillo

Presente dentro de la reinauguración del Museo de Culturas Populares, los grabados de Gerardo Cantú hablan por sí solos, pero para que su autor hable se le tiene que presionar un poquito, y lejos del bullicio de la inauguración, resguardándonos del aire frío que se había desatado como una fina cinta de seda sobre Monterrey, y frente a las fotografías del artista Guillermo Aldana, el artista se siente cómodo y da entrada a la entrevista.

Mientras nos afanábamos por aislarnos de la inauguración por cuestiones técnicas debido a que el eco de las paredes estropearía el audio, alcanzamos a escuchar a un asistente gritar: Gerardo, ¿tú estás rico o estás pobre?

Al cuestionarle al artista sobre su postura en cuanto a la valía monetaria que se le da al ser humano en una ciudad como Monterrey, su respuesta fue clara: hay que ser rico del alma

“Lo mejor es tener una riqueza espiritual e intelectual, que a veces es difícil pero con el tiempo y una buena trayectoria se va adquiriendo. Aquí en Monterrey siempre los he criticado que muchas veces son viejos ricos, pero muchas veces pobres ricos porque no han sabido de alguna manera encontrar el sentido a la riqueza acumulada. Muchas veces se les ve firmando con un bolígrafo de dos pesos cheques de grandes cantidades de dinero”, señaló.

El arte no es una diversión, es una necesidad y debe ser una prioridad

“Todos tenemos miedo. La cosa es de alguna manera cultivar el arte, a nosotros nos queda para luchar en contra de todas estas perversidades y acechanzas que estos demonios nos han traído”, comentó acerca del clima de inseguridad que se vive en la ciudad.

Y por si las palabras fueran pocas, el “Chato” se apuntó dentro de esta misión, pues señaló estar en buenas condiciones de salud, tanto que tiene deseos de trabajar un mural.

“Estoy en una condición buena de salud para hacer muchas pinturas murales y muchos grabados. Espero que todavía mis fuerzas me duren y que podamos los jóvenes y yo, o yo con los jóvenes o yo también de joven seguir en la realización de arte con esta alegría y gusto para que los regiomontanos seamos cada día mejores”.

Antiguo colaborador de El Porvenir, el “Chato” , como también se le conoce, indicó que se ha instalado definitivamente en Monterrey, pues es un toro viejo que regresa a su casa.

“Estoy bien todavía y espero estar mejor cada día trabajando muy duro aquí en Monterrey. Estuve en un vaivén de ir y venir a la ciudad de México. Estoy ya como los toros viejos que buscan las tablas, además yo soy del signo de Tauro”.

Volviendo al tema de la riqueza, Cantú apuntó que ricos todos tenemos que serlo y habrá luchar por serlo con una riqueza bien distribuida, sobre todo en manos de la gente pobre y gente que en realidad tenga la posibilidad de hacer algo con esa riqueza, especialmente los jóvenes.

Mientras algunos ajenos al mundo de la cultura y el arte preparaban sus armas y lustraban sus zapatos para salir a la faena de todas las noches sangrientas en la ciudad, Cantú reiteró su fe en la cultura y el arte.

“Creo que es la cultura y el arte una de las formas para combatir las miserias. Está muy difícil, espero que pronto desaparezca este miedo horroroso al que nos tienen sometidos. Ha crecido mucho esta ciudad en muy poco tiempo. No ha sido acorde el crecimiento y se deshumaniza esta ciudad”.

El artista sentenció que hace falta más cultura y que el gobierno verdaderamente sepa que es de esta manera, con cultura, con lo que se lucha en contra de la delincuencia, en contra de todas estas horribles perversidades traídas de alguna manera por los medios de comunicación mal llevados.