A morir en los desiertos. Breve nota sobre el canto cardenche

Por José Juan Zapata Pacheco

Sobre el cardenche cae una especie de condena cruel y seca tal como la estepa que resguarda a sus últimos sonidos: Nadie sabe en qué fecha y dónde surgió, pero sí se sabe cuál será su muy probable fecha de defunción: El día en que las voces de Genaro Chavarría Ponce, Guadalupe Salazar Vázquez, Antonio Valles Luna y Fidel Elizalde, todos ellos de avanzada edad, dejen de sonar bajo los tragos del sotol y entre los largos silencios que enmarcan el fraseo del canto cardenche.

De entrada, el primer contacto con el cardenche suele ser ríspido, rudo y desconcertante, tal como el dolor que provoca la espina de la cactácea de la cual toma su nombre. Voces desnudas, a menudo desafinadas, dolidas, chillantes. El cardenche es uno de los pocos ejemplos en latinoamérica de canto popular a capella.

Con un origen nebuloso, el canto cardenche terminó afincándose en las estepas de la Comarca Lagunera, en el norte de México, en las primeras décadas del siglo XX o quizá finales del XIX. Un canto de campesinos, de jornaleros, fraguado al fresco de las noches luego de la jornadas laborales y al calor de los tragos de sotol.

Desde Sapioriz, en la ribera del río Nazas, hasta Jimulco, en las sierras del sur del municipio de Torreón, La Laguna rural fue tierra cardenche. Ahora sólo quedan cuatro voces que mantienen viva la tradición, en la pequeña población de Sapioriz, Durango.

Todavía en 1978 la maestra Irene Vázquez Valle alcanzó a recoger y grabar un corrido «acardenchado» en Jimulco, Coahuila, para la edición del disco Tradiciones musicales de La Laguna. La Canción Cardenche, de la colección de la Fonoteca del INAH (Ediciones Pentagrama). El resto del material cardenche provino de Sapioriz, con las voces de los padres de los actuales cardencheros.

¿Qué distingue al cardenche? Primeramente la ausencia de instrumentos de acompañamiento, la voz a capella. En segundo lugar la polifonía: el cardenche es interpretado a tres o cuatro voces (según algunos testimonios, se llegó a cantar a cinco). Y finalmente los largos silencios entre frase y frase.

El nombre de las voces es fácil de encontrar en cualquier texto al respecto: primordial, marrana o arrastre (grave) y contralta o requinto (aguda).

En las notas al disco de la Fonoteca del INAH, (en la reedición en CD), apunta el musicólogo Roberto Portillo:

La canción cardenche posee una rica ornamentación en cada voz, aquella pertenece, esencialmente, al Barroco europeo y al Renacimiento específicamente español, abarcando del siglo XVI al XVIII. (…)
La improvisación de la glosa y la ornamentación en la canción cardenche es muy interesante; se puede escuchar que estos ornamentos no son sencillos, implican un conocimiento empírico bien desarrollado de la retórica musical. (…)
Y como si esto fuera poco, constantes apoyaturas, descendientes y ascendentes, tan utilizadas en nuestra música tradicional, le dan el toque regional y nacionalista que también caracteriza a este versátil género musical.

Dejando del lado el análisis académico, que a pesar de rastrear el origen colonial del género es incapaz todavía de crear una hipótesis fuerte acerca de su origen, el cardenche se extingue ante la indiferencia de los hijos y nietos de los actuales cardencheros.

Como bien apunta don Lupe Salazar en una entrevista de Miriam Canales (Revista Replicante, No. 10):

Ahora nos tiran de locos. No les gusta oír eso ya, la música que está entrando le está quitando lo antiguo. (…)

y también don Genaro Chavarría:

Yo tengo un hijo con buena voz pero no quiere sentir; tengo un cancionero y se lo di para que estudiara y no quiere, mejor se compró discos de música loca. De chavito le gustaba andar conmigo en el rancho La Goma o en Torreón, pero cuando creció se puso a noviar y ya. La música como que los desvía.

Así, entre el olvido de los jóvenes, más aficionados al norteño o al pasito duranguense, que a esa música «de grandes», los cardencheros guardan en su voz una tradición de décadas que se niega a extinguir. Con el apoyo de Culturas Populares de CONACULTA y las instituciones culturales de las tres ciudades de La Laguna, los cuatro señores de Sapioriz han podido interpretar su canto en numerosos foros del país, y una grabación reciente (Canto Cardenche, editado por Icocult y Ediciones Pentagrama) recoge sus voces con algunos temas no incluidos en el disco del INAH.

Aparte del los dos discos compactos, ambos distribuidos por Ediciones Pentagrama (y accesibles en todas las Ferias del Libro de Monterrey en su respectivo stand), existe un cancionero editado por CONACULTA: La canción cardenche, tradición músical de La Laguna, compilado por Alfonso Flores Domene.

Además, una serie de jóvenes entusiastas han empezado a grabar documentales en torno a este canto popular, que poco a poco comienza a ser reconocido incluso dentro de la propia Comarca Lagunera.  Más abajo se puede ver una selección de ellos.

Finalmente, artistas como Juan Pablo Villa, Muna Zul o Lila Downs han interpretado canciones cardenches. El grupo de rock Jaguares también usó un sample del tema «Al pie de un árbol» en «El equilibrio -Parte II-» del disco El equilibrio de los Jaguares. La voz de los cardencheros sigue en el aire, aferrándose a no desaparecer.

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Canción cardenche. Tradición que se extingue (Salvador Montenegro)
Montenegro Producciones / MiMandarina Films / Direcciónde Turismo y Cinematografía del Estado de Durango

Primera parte de un documental que proporciona una velada con los cardencheros, entre plática y canto.
Mecate Producciones / Comité Universitario Laguna / Universidad Autónoma de Coahuila

El canto cardenche
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila

Un Comentario

  1. Cierto. La música cardenche se extingue. Algo habrá que idear, proponer o armar para salvar ese sonido que arrastra el dolor del viento frío de las sierras. ¿Las instituciones culturales estarán interesadas? Pierdo la esperanza. Justo hoy, luego de dar click –play– a los videos que arriba observamos –por cierto, documentales atractivos, te dejan datos interesantes– un compañero de trabajo confundió a los cantantes cardenches con sonidos de Michoacán. Eso acaba de ocurrir. Y me queda claro que los coahuilenses sabemos tan poco de nuestras raíces, tan civilizados nos sentimos por ser del norte y líderes en la industria automotriz. Perdimos memoria. Antes fuimos irritilas y tobosos, los indios más temidos. ¿Quién recuerda cuándo murió mamá Gechu, la matriarca de los mazcogos? Lancemos vivas al viento antes de que muera nuestro canto.

  2. Pablo P.

    Comparto, la canción cardenche pega duro al sentimiento y hace falta que no séa solo del dominio de entomusicólogos y documentalistas. Si se convence a los chavos de escuchar con atención puede que comiencen a sentirlo, aunque sea de manera diferente. También hay que aceptar que es trabajo de chinga, buena parte de la popularidad actual del son jarocho se debe a que Antonio García de León aparte de antropólogo y etnomusicologo cargaba con su jarana pa todos lados y le recetaba un son por las trompas de eustaquio al personal ante el menor descuido del mismo. No sé, creo que hay que desmitificar la tradición, hacer que los chavos sientan el dolor y la alegría y puedan ver a la canción cardenche como pretexto pa juntarse y echar unos tragos y cantar unas verdades, así no se rescata la tradición, se rescatan ellos aunque sea un poquito.

  3. gustavo mendoza

    Platicando hace días con la antropóloga Marta Turok, y al presentar la colección de vestidos que usó en vida la pintora Frida Kahlo, explicaba que los pueblos que hacían tan pintoresco vestuario han desaparecido.
    El llamado progreso, o lo que sea, han ido sepultando las hermosas enaguas y huipiles al igual que los antiguos enterraros a sus ídolos para salvarlos de los destrozos de los conquistadores.

    Nos estamos quedando si identidad, sin el vestuario, la música, las palabras y la gente que nos heredaron nuestros antiguos. Es de preocuparse.

  4. mi familia de la región lagunera emigraron a Monterrey,N,L.Desde entonses ase mucho ,como 40, años,solo una ves fuí ,a reencontrarme con los mios,a Vicente Nava,serca de Gomes Palacio Durango.como ya me estoi aciendo vieja me empieso a acordar de lo que escuchava de niña,platicas de mis padres,apredo computacion ypara perder miedo busco temas de mi interes ,le puse cardenche de la laguna y los encontre,los escuche y el recuerdo de mi tierra ypadres ytodo ya llorar,por la distancia ytanta familia que se ha ido.muchas gracias por rescatar los cantos cardenche ypor devolverme los recuerdos,ya me imagino cuando selo platique a mis hermanos mayores de 56-y58 años.con razon yo tamvien me aviento mis gorgoritos.

  5. gracias otra vez por los rrecuerdos.

  6. Ruy Guerrero

    El problema del asunto es llamarlo nomás cardenche. Bien sabido es que el estilo musical se conserva aun intacto en varias regiones de Durango, incluso hay lugares en Guanajuato en donde se llegó a escuchar el estilo musical a capela.

    Hay que salir del estereotipo de que el cardenche nomás es de Sapioriz y de la Flor de Jimulco.

    Hay que moverse señores y ademas de grabar en video y audio hay que ponerse a cantar. Les recomiendo se den una vuelta al convento de san agustín en durango, en la mera ciudad a cuatro cuadras del centro. En esas fechas se van a encontrar con señores que cantan muy al estilo cardenche, eso si, las letras no son iguales. Y hay tantos lugares mas.

    En efecto, se extingue pero nosotros también somos reponsbles de su desaparición al no estudiar mas.

    Bueno pues, no es regaño,
    Ruy Guerrero.

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